viernes, 23 de octubre de 2015

El origen del mundo

Cronos comiendo a sus hijos.
Uno de los mitos griegos que se ocupan de la creación del mundo dice que en el principio de los tiempos todo era desorden y confusión (Caos) hasta que surgió un orden que se conoce con el nombre de Cosmos, como si se tratara de una explosión en la cual nació Gea, la Madre Tierra, quien dió a luz a un hijo: Urano. De la unión de Urano con su madre nacieron los primeros seres con forma semi-humana, los gigantes de cien manos (más comúnmente llamados Hecatónquiros o Centimanos, los cuale eran tres: Coto, Briareo y Gies), y los feroces cíclopes de un solo ojo, llamados Arges (el fulgor del relámpago), Asteropes (las nubes de la tempestad) y Brontes (el estruendo del trueno). 
Cierta vez los cíclopes y los gigantes se rebelaron y Urano los envió al Tártaro, una especie de infierno. Al cabo de unos años, Gea y Urano tuvieron doce hijos más; todos muy bellos y poderoso: seis hombres, llamados los Titanes (Océano, Ceo, Críos, Hiperión, Japeto y Cronos, también llamado Saturno por los romanos) y seis mujeres, llamadas las Titánides (Tía, Rea, Temis, Mnemosine, Febe y Tetis). Disconforme con el castigo impuesto a sus primero hijos, la Madre Tierra incito a los Titanes para que rescataran a sus hermanos. Cronos aceptó el desafío e hirió fatalmente a su padre, Urano. 
De la mágica sangre que brotó de Urano y cayó sobre la tierra nacieron las Erinias o Furias llamadas Alecto, Tisífone y Megera, unos seres vengativos que vivían en las profundidades del infierno, y la sangre que llegó al mar generó a la más bella y sensual de todas las diosas, Afrodita.
Desde entonces Cronos pasó a reinar en el Universo con su hermana, Rea. Una vez liberado a los Cíclopes, todo se convirtió en una fiesta, provocando que Gea tuviera unos nuevos hijos, aunque mucho mas débiles y pequeños: Los humanos. 

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